EFEMÉRIDES DE LA LITERATURA INFANTIL Y JUVENIL
El Día Internacional del Libro Infantil y Juvenil,
que se celebra cada 2 de abril desde 1967, coincide con la fecha de nacimiento
del escritor danés Hans Christian Andersen (Odense, 2 de abril
de 1805 - Copenhague, 4 de agosto de 1875), quien dedicó su talento a la
creación de obras que han perdurado a lo largo de los años en la memoria de sus
lectores.
Esta efemérides, justificada desde todo punto de
vista, está patrocinada por IBBY (International Board on Books for Young People o, su equivalente en español, Organización Internacional para el Libro Infantil y
Juvenil, con sede en Suiza),
cuya principal motivación consiste no sólo en promocionar los libros destinados
a los niños y jóvenes, sino también para reconocer la dedicación y capacidad
creativa de sus autores en cada uno de los países, donde se estableció una
filial correspondiente al IBBY, para garantizar el derecho que tienen los niños
a contar con una literatura que, más que tener un carácter didáctico y de censo-moral,
cumpla con la función de recrear sus pensamientos, sentimientos y, sobre todo,
alimentar su fantasía, que es uno de los motores en la formación de su
sensibilidad e inteligencia.
Esta
institución, sin ánimo de lucro y desde su fundación, elabora cada dos años un
catálogo llamado Lista de Honor, que incluye los libros más destacados y
distingue a los mejores escritores, ilustradores, traductores y promotores del
entendimiento internacional a través de la Literatura Infantil y Juvenil. Las
colecciones permanentes de la Lista de Honor están consignados en la
International Youth Library de Munich, el Swiss Institute for Child and Youth
Media de Zurich y en la Bibiana Research Collection en Bratislava, en JBBY
Tokyo y en Northwestern University en Evanston, Illinois.
El principal objetivo de IBBY, de un modo general, es plasmar la idea de
propiciar el encuentro entre los libros y la infancia, en base a ciertos
criterios que pueden resumirse en los siguiente puntos: 1). Promover el
entendimiento internacional a través de los libros para niños y jóvenes, 2).
Facilitar a los niños y jóvenes de todos los países oportunidades para acceder
a los libros con calidad literaria y artística, 3). Favorecer la publicación y
distribución de libros para niños y jóvenes, especialmente en los países en
vías de desarrollo, 4). Proporcionar apoyo y formación a quienes trabajan con
niños y jóvenes, 5). Estimular la investigación y la publicación de trabajos
académicos en el campo de la Literatura Infantil y Juvenil.
Este género literario ha tenido un galopante
desarrollo en los últimos decenios, gracias al trabajo coordinado de
escritores, psicopedagogos, editores y lectores, que pusieron todo su empeño en
destacar la importancia de los libros que combinan los textos y las imágenes en
una obra de arte, que despierta el interés de los lectores y estimula el
hábito de la lectura, acercando a los niños al mundo mágico de una de las
literaturas que, tras haber sido una gran desconocida en el mundo editorial, ha
pasado a acaparar la atención del mundo del libro, donde actualmente abunda su
producción y genera enormes beneficios, después de la venta de los libros de
texto, que son materiales de lectura obligatoria dentro del sistema educativo.
Desde mediados del siglo XX, aparte del aumento del
número de premios literarios de Literatura Infantil y Juvenil, se han realizado
varios eventos internacionales de autores y editores, en los que se han
dilucidado temas referentes a su importancia y los objetivos a seguir, con
resultados que han sido favorables para la producción de libros elaborados
desde una perspectiva artística y lúdica.
En
la actualidad, la mayoría de los países del mundo cuentan con organizaciones e
instituciones dedicadas a incentivar el hábito de la lectura desde la infancia,
partiendo del principio de que los
niños tienen también derechos ciudadanos, y que uno de esos derechos es el de
contar con una literatura que estimule su fantasía y creatividad.
En el caso de Bolivia, gracias al
impulso de los Comités de Literatura Infantil, la IBBY y la Academia Boliviana
de Literatura Infantil y Juvenil, en los últimos años se han visibilizado los trabajos de autores e ilustradores
que dedican su tiempo y energía a la creación de libros destinados a los
pequeños lectores. Así, por ejemplo, la Academia ha
realizado varias actividades importantes en el ámbito de la promoción de la
Literatura Infantil y Juvenil, desde la organización de seminarios hasta la
estructuración de una biblioteca que aglutina la producción bibliográfica de
autores e ilustradores bolivianos y extranjeros. No es menos importante la
difusión del quehacer de la Literatura Infantil y Juvenil a través de su página web: www.academiabolinfatil.com y la edición
mensual de su boletín digital Vuelan Vuelan, con una información actualizada
y especializada en torno a la Literatura Infantil y Juvenil Boliviana.
Las instituciones estatales y privadas interesadas
en el tema, además de incentivar el hábito de la lectura, tienen la finalidad
de que la producción de la literatura infantil no se quede en el reflejo de los
mitos, leyendas y cuentos provenientes de la tradición oral, sino que abarque
otros aspectos que contribuyen a la formación intelectual de los jóvenes y
niños, con temas que versan sobre los valores humanos y culturales, el mundo de
los sueños y deseos, que son inherentes a su experiencia cotidiana y las
aspiraciones propias de su mundo imaginario.
La Literatura Infantil y Juvenil, aun no teniendo la
finalidad de adoctrinar ni moralizar la conducta de sus lectores, debe
apuntalar su intelecto y capacidad tanto crítica como creadora, con la
esperanza de que los textos e imágenes les permitan concebir mejor su mundo
cognitivo y reflejar las ilusiones de su fuero interno. Sólo una literatura
hecha con intenciones auténticas y temas universales logra perpetuarse en la
mente de los pequeños lectores, quienes son un puñado de emociones vivenciales
y otro puñado de conocimientos adquiridos en las páginas de los libros.
La celebración del Día Internacional del Libro
Infantil y Juvenil, lejos de ser una fecha memorable como las epopeyas de la
historia universal, es un día que sirve para recordar que los niños y jóvenes
tienen derecho a contar con una literatura hecha a la medida de su desarrollo
integral y para reflexionar en torno a los libros hechos con amor y fantasía,
con el único afán de saciar el alma sedienta de los lectores.
La Literatura Infantil y Juvenil, cada 2 de abril de
cada año desde 1967, se regocija y viste de gala, para celebrar una efemérides
dedicada a los autores y lectores de los libros que son los cimientos del
hábito de la lectura y las alas que echan a volar la imaginación por los
remotos lindes de un mundo hecho de pasiones y fantasías. Por eso mismo, las
instituciones educativas, las autoridades de gobierno y los promotores
culturales, están en la obligación de programar actividades concernientes al
ámbito de la Literatura Infantil y Juvenil, con el propósito de que el libro,
más que ser un objeto ajeno a los jóvenes y niños, sea el mejor compañero de
sus vidas, habida cuenta de que el libro, a pesar de los “peros” habidos y por
haber, es un maestro que enseña y no regaña, un fiel compañero en las buenas y
en las malas, un cofre de tesoros escondidos y un amigo con quien comparten las
aventuras de la imaginación.
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