domingo, 14 de febrero de 2021

POESÍA Y SENSIBILIDAD EN LA OBRA DE PAZ NERY NAVA BOHÓRQUEZ

Paz Nery Nava Bohórquez nació en Uncía, en 1916, y falleció en Suiza, en 1979. Educadora, poeta, novelista y trabajadora social. Estudió la primaria en su ciudad natal. Egresó como maestra de grado de la Escuela Normal de Sucre en 1934. Cursó estudios complementarios en Chile. Fue asistente del Primer Congreso Feminista de Bolivia en 1936, en representación del departamento de Oruro. Obtuvo la licenciatura en Trabajo Social en 1948, convirtiéndose ésta en su segunda profesión. Fue presidenta de la Asociación Nacional de Asistentes Sociales (1963) y directora de la Oficina de la Mujer del Ministerio de Trabajo (1965).

Paz Nery Nava, consciente de las necesidades de los sectores menos favorecidos de nuestra sociedad, dictó conferencias sobre temas de género y educación en Bolivia y otros países. Contrajo matrimonio con el poeta, pintor y titiritero Luis Luksic, con quien tuvo un hijo y de quien se divorció cinco años después. Destacó como miembro integrante del grupo Fuego de la Poesía y como corresponsal de la revista Lírica Hispánica de Caracas, Venezuela. En 1964, junto a Yolanda Bedregal, Hugo Molina Viaña, Alberto Guerra Gutiérrez, Beatriz Schulze Arana, Elda Alarcón de Cárdenas y Rosa Fernández de Carrasco, fundó la Unión de Poetas para Niños.

SU OBRA

Paz Nery Nava, mujer de letras y gran sensibilidad, que supo combinar ejemplarmente su labor de madre, educadora y trabajadora social, no sólo fue defensora de los Derechos de la Mujer, sino también defensora de los derechos de los niños y adolescentes. De ahí que gran parte de su actividad, sobre todo en el área de la educación, estuvo orientada a mejorar las condiciones de vida y estudio de los estudiantes más humildes del país.

Aparte de su novela Lina, que obtuvo la primera mención en el concurso literario convocado por la Universidad Técnica de Oruro, en 1968, y que fue publicada recién en 1971, están sus obras en el género de la poesía, entre las cuales ocupa un lugar privilegiado sus versos destinados a los niños, quienes fueron su principal fuente de inspiración. Ella, como pocas autoras de poesía boliviana, conocía muy bien el alma de los niños, como si ella misma pensara y sintiera como ellos, con esa naturalidad de las personas sensibles ante el dolor humano, pero también ante la luz de la esperanza que se refleja en sus versos escritos con sentido común y ternura maternal. No en vano en su poema Placidez, que integra su libro Ritual de la sombra, nos dice: Alta en mi senda estoy/ queriendo hallar mi sombra,/ cristal de cristal soy líquido que vaga/ hacia el noble misterio de las horas lejanas./ Mi cuerpo es flor rebelde de un colegio de lirios/ y mis manos son pétalos de sol para mi niño./ Me arrebata el ensueño/ en medio de mil ansias de orgullo miliciano.

Su incursión en la poesía para niños, que obedecía a un llamado vehemente de su espíritu de educadora del ciclo primario y su atenta observación del mundo infantil, está registrada en su primer poemario publicado en 1957, con una fuerza lírica que asombra y atrapa la atención de los  pequeños lectores; por cuanto no es desatinado el comentario de César Chávez Taborga, quien, tras la lectura de los poemas reunidos en Silabario de sueños: poemas para niños, que son bellos, musicales y delicadamente expresivos, manifestó sin vacilaciones: Paz Nery Nava ha escrito este pequeño libro de poemas conjugando esa su doble calidad de artista. Los motivos que recoge y la forma cómo los expresa, denotan una cabal interpretación del pensamiento y la conducta de los niños, especialmente de aquellos que están comprendidos entre los cuatro y los siete años de edad (en “Una poesía infantil”. Revista Boliviana de Cultura “Cordillera”, Nro. 6, La Paz, 2009, p. 68).

Nuestra poeta ha sabido observar, captar y recrear  los motivos que más atraen el interés de los infantes, cuando aún éstos están envueltos por ese maravilloso mundo de animismo y fantasía, donde los elementos inanimados de la naturaleza poseen las mismas facultades que los seres humanos, y que la poeta usa como recursos literarios válidos para estimular la imaginación de los niños. Este afán por concederles vida y voz propia a los elementos del reino animal y vegetal está presente, sobre todo, en la primera parte del poemario, que contiene títulos como Los patitos traviesos, Hazañas del ratón Jo, Bodas de doña Rana, Caballitos del cielo, El escarabajo y otros.

La poesía de Paz Nery Nava, al igual que las rondas infantiles cuyas composiciones deleitan a los niños por su cadencia y sencillez idiomática, está llena de juegos verbales y musicalidad, como se advierte en el poema Mi trompo, donde los versos, transmitiéndonos movimientos con tonos casi siempre sonoros, nos dicen: Tengo un bailarín/ bailarán,/ gordo, gordiflón/ gordiflán,/ ronco, roncarín/ roncarán./ Capote de sueños/ lo cubre y él danza (…)/ y borrachito de baile/ tambalea, tambalea,/ bailarín/ bailarán,/ gordiflón/ gordiflán,/ roncarín/ roncarán...

Por otro lado, las vivencias y experiencias de su infancia, ancladas en la tierra minera que la vio nacer, se reflejan en algunos de sus poemas con temática social y realista, como en El Minero, un personaje que de seguro caló hondo en el crisol de su mente y su sensibilidad espiritual, constituyéndose no sólo en una realidad que formaba parte de su entorno social inmediato, sino en una de las temáticas vitales de su quehacer poético.  

Cabe mencionar que una calle de Alto Obrajes en la ciudad de La Paz y varias instituciones educativas del país llevan su nombre en reconocimiento a su indiscutible contribución a la literatura infantil y juvenil, pero también en homenaje a la importante labor social y educativa que desarrolló en benefició de las mujeres y los niños bolivianos.

Apuntes bibliográficos

Su producción literaria es breve pero de indiscutible calidad estética, que pone de manifiesto su talento para la versificación y su desmedido amor por los niños, quienes, en la tristeza y en la alegría, necesitan de su tierna voz de amiga y educadora. Poesía: Silabario de sueños: poemas para niños (1957); Distancias interiores (1965); Estaciones de tu ausencia (1969); Ritual de la sombra (1974); Misturita (poemario infantil y teatro, 1977). Novela: Lina (1971). Estudio: Lenguaje funcional en la escuela primaria (1959).

SU POESÍA

EL ZAPATO

Pequeña casa de cuero

donde vive una familia

con cinco hijitos:

los dedos

unidos como los granos

de una mazorca de besos.

Casita caminadora,

casita que todo sabe,

casita que todo ve,

que se eleva por los aires

y casita que se oculta

cuando se le duerme un pie…


CABALLITOS DEL CIELO

Caballito blanco,

caballito negro,

caballo de plata,

caballo de oro.

El sol, caballito

con patas de oro,

la luna yegüita

de color de plata.

Caballito blanco,

caballo amarillo,

llevadme a la escuela,

llevadme a la casa.

Yegüita que corres

también por el río,

caballo que bajas

a valles y prados.

Caballo y yegüita,

dulzura del mundo,

corola del cielo,

sonrisa del alba.

Seguidme en los sueños,

seguidme en mis juegos

de todos los días.


EL PACAY

El pacay es cocodrilo

que se comió unos negritos,

les hizo una sabanita

con fina felpa de nieve.

Cama de nieve caliente,

Balancín verde en el aire;

por puente de telaraña

pasa la brisa cantando,

la avispa y el colibrí

tocan orquesta de sombra.

Blanco nilo,

blanco nilo,

verde sombra,

verde sombra,

El pacay es cocodrilo

que se comió unos negritos.