FILEMÓN ESCÓBAR EN LA MEMORIA
El folleto La importancia
de llamarse Filippo, parte integrante de una serie que está siendo
publicada por Ediciones La Cueva del Tío,
recoge el testimonio personal del autor, quien conoció al líder e ideólogo
minero, Filemón Escóbar, desde su más tierna infancia, desde cuando vivía en las
poblaciones de Llallagua y Siglo XX; escenarios donde la clase obrera
experimentó triunfos y derrotas en sus históricos enfrentamientos contra las
tropas armadas de los gobiernos de la oligarquía minero-feudal y las dictaduras
militares.
Filemón Escóbar, más conocido como Filippo en el entorno familiar y
cotidiano, fue un destacado dirigente sindical e ideólogo boliviano, cuyas
concepciones políticas causaban polémicas y eran motivos de controversias, una
constante que marcó su vida pública y lo puso siempre en el ojo del huracán.
Era dueño de una inteligencia natural y de un bagaje
cultural que lo convirtió en un verdadero intelectual
obrero, capaz de batirse, de igual a igual, con los pensadores más
prominentes del ámbito cultural y político boliviano. En su ardua lucha en defensa de los derechos
laborales y sindicales de los obreros, destacó desde su juventud en el
sindicato de trabajadores de Siglo XX. Ejerció como dirigente de la Federación
Sindical de Trabajadores Mineros de Bolivia (FSTMB) y de la Central Obrera
Boliviana (COB).
En 1986, mientras era secretario general del sindicato
Mixto de Trabajadores de Catavi, redactó la Tesis
de Catavi, cuyo argumento central era oponerse al Decreto 21060 y la relocalización, y crear un Plan de
Emergencia para la rehabilitación de COMIBOL y la diversificación de la
producción. El documento fue aprobado primero por el sindicato de Catavi y
posteriormente, como documento oficial de los trabajadores bolivianos, en el
XXI Congreso Nacional Minero, realizado en la ciudad de Oruro, entre el 12 y 19
de mayo de 1986. Poco después, con los argumentos de esta tesis se realizó la Marcha por la Vida durante el gobierno
proimperialista y neoliberal de Víctor Paz Estenssoro.
En su dilatada actividad política y sindical, elogiada
por unos y criticada por otros, ocupó un escaño en la Cámara de Diputados entre
1989 y 1993. Asimismo, en el periodo legislativo 2002-2003, ocupó la
vicepresidencia del Senado, cuando ocupaba la secretaría general del Movimiento
Al Socialismo (MAS), partido que fundó junto a las federaciones de cocaleros
del Chapare y del que fue expulsado por diferencias políticas e ideológicas.
Escribió varios libros, desde Testimonio de un militante obrero (1984) hasta Semblanzas (2014), motivado por la necesidad de transmitir, con su
puño y letra, sus experiencias vividas y sufridas, y sin más esperanzas que
dejar un testimonio aleccionador para los luchadores sociales del presente y el
futuro.
El 21 de agosto de 2023, en homenaje a su legado
político y sindical, y en coordinación con la subalcaldía de Catavi, se le
erigirá un monumento cerca de los predios del sindicato de trabajadores de este
distrito, donde se estructuró la empresa minera más importante del mundo, desde
que Simón I. Patiño adquirió, en 1924, las propiedades del consorcio chileno
que explotaba estaño en la montaña de Llallagua; en las pampas de este mismo
distrito se ejecutó la masacre de 1942 y se firmó el Decreto de la
Nacionalización de las Minas el 31 de octubre de 1952.
El folleto La importancia de llamarse Filippo está ilustrado con fotografías de Filemón Escóbar, captadas en distintas etapas de su vida política y sindical, pero también de su vida pública y familiar. El texto, que es una suerte de crónica periodística, fue escrito después de su deceso, acaecido en la ciudad de Cochabamba, a causa de un cáncer de pulmón, el 6 de junio de 2017.
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