jueves, 4 de diciembre de 2025

MICROTEXTOS XI

Sobreviviente

Los corsarios del Caribe cazaron a una gigantesca ballena y en su vientre, entre otros objetos, hallaron anclas de barcos mercantes, cañones de fragatas sucumbidas en las batallas y, atónitos de asombro, hallaron vivo a un hombre, quien permaneció durante tres días y tres noches en el vientre del animal, que Dios puso entre las olas de alta mar para salvarlo del naufragio.

Criaturas imperfectas

Desde el principio, desde la génesis del mundo, el hombre y la mujer no fueron criaturas perfectas, como si Dios los hubiese creado más como un pasatiempo que a su imagen y semejanza. Desde entonces se jodió la humanidad entera. Por Adán y Eva entró la muerte en la Tierra, y por Caín y Abel, sus hijos enemigos, entró la violencia en el cuerpo y el alma del género humano.

Equidad de género

La relación entre un hombre y una mujer, a pesar de las leyes promulgadas en torno a la equidad de género, seguirá siendo compleja, debido a que los sentimientos más profundos no siempre son lineales ni eternos, como hubiésemos deseado que fuesen, sino sensaciones variables que no dejan de sorprendernos a lo largo de la vida.

Las relaciones humanas no han cambiado en lo esencial durante milenios ni cambiará jamás, como no cambiará la relación compleja entre los géneros.

Sin embargo, no cabe duda de que el amor entre el hombre y la mujer haya sido uno de los motores impulsores del desarrollo de las sociedades. No pocos hombres han protagonizado guerras por el amor de una mujer o mujeres que se han movido como maquinarias detrás de los triunfos de un hombre. Desde esta perspectiva social, biológica y emocional, es lógico suponer que la complementariedad en una relación de pareja es un poderoso instrumento capaz de trocar los sueños en realidad.

Los mil y un cuentos

Soy el Sultán Sahinar  de Las mil y una noches, capaz de recontar los mil y un cuentos que escuché en boca de la joven y hermosa Scheherezade, quien, con voz dulce y dulce cuerpo, me entretuvo noche tras noche con sus fabulosas narraciones, encadenándolas una tras otra y dentro de otra, para poner a salvo su vida y no terminar como las tres mil mujeres que desposé, que mandé decapitar y encerrar en el secreto sótano de mi palacio, temeroso de que me traicionaran con otros hombres mejor dotados que yo.

Complementariedad

En todo hay complementariedad, como en la cosmogonía andina, donde el día se complementa con la noche, la mujer con el hombre, el blanco con el negro, la vida con la muerte, la bondad con la maldad y, quiérase o no, el bien se complementa con el mal, como Dios se complementa con el Diablo, para bien o para mal.

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