martes, 16 de septiembre de 2025

LOS CUENTOS VIOLENTOS SE LEERÁN EN BOLIVIA

Acaba de publicarse la tercera edición de Cuentos violentos, del escritor Víctor Montoya, bajo el sello de Ediciones ALBOR. Se trata del primer libro de una serie de obras literarias que el Centro Cultural ALBOR, con residencia en la ciudad de El Alto, tiene planificado publicar sucesivamente, con el afán de difundir la creación literaria de los autores locales y nacionales, cuyo compromiso social coincida con los objetivos culturales y los principios políticos que han caracterizado a estos activistas del arte poético y teatral desde su creación, en 1997.

El libro de cuentos de Víctor Montoya, cuyo prólogo pertenece al escritor e historiador norteamericano Steven Sándor John, es una suerte de denuncia y protesta contra los sistemas de poder que vulneraron los Derechos Humanos ejerciendo la violencia como recurso de amedrentamiento y dominación. Cada uno de los cuentos, desde la perspectiva de la re-creación literaria, tiene el objetivo de ser un aporte más para la reconstrucción de los acontecimientos que marcaron la historia contemporánea de Bolivia; no en vano, en la contratapa, se lee una sinopsis del contenido de Cuentos violentos:

El presente libro, escrito con pasión y fuerza moral, vuelve a ser un punto de apoyo para no olvidar el pasado ni repetir la historia. En sus páginas, impregnadas de un realismo descarnado, se describen los sótanos dantescos de las cámaras de tortura a partir de una experiencia personal y colectiva, con la única intención de rescatar la voz anónima de las víctimas y dejar constancia de una de las etapas más sombrías de la historia contemporánea de Bolivia.

El autor, en su afán de creador y comunicador social, forja una literatura de conciencia crítica, desde ‘El tablero de la muerte’, que recrea magistralmente la captura y muerte del Inca Atahuallpa, hasta ‘Días y noches de angustia’ que, además de desvelar las atrocidades cometidas por las dictaduras latinoamericanas durante la denominada ‘Operación Cóndor’, obtuvo el Premio Nacional de Cuento de la Universidad Técnica de Oruro, en 1984, seguido por la aclamación de la crítica especializada, que no dudó en señalar que con este escritor se reafirmó la temática de la tortura en la literatura boliviana del siglo XX.

Esperemos que Cuentos violentos, cuya tercera edición se publica por primera vez en Bolivia, llegue a los lectores nacionales con la misma fuerza que llegó a los lectores de otros países, desde que salió a luz en 1991, en Estocolmo-Suecia, donde por entonces radicaba el autor en calidad de refugiado político, desde que la dictadura militar de Hugo Banzer Suárez lo exilió en febrero de 1977.

La publicación del libro por Ediciones ALBOR es una muestra de que la literatura de compromiso, que refleja la dramática realidad de un país, es tan o más válida que la literatura de ficción, debido a que el autor no se muestra indiferente ante la problemática sociopolítica que involucra a todos los integrantes de una colectividad humana. La literatura, en este contexto, se constituye en el testimonio más impactante de una época que forma parte de la memoria histórica de un país y de todo un continente.