martes, 15 de julio de 2025

 

EL ARTE DE NARRAR EN POCAS PALABRAS

El autor, en un intento por reducir a los dinosaurios al tamaño de los insectos, pone a prueba su capacidad de síntesis, re-creando, con increíble naturalidad, situaciones diversas por medio de personajes nacidos en el maravilloso universo de la fantasía, donde estas Microficciones comienzan en la condensación semántica del lenguaje y culminan en el instante de la revelación.

El libro aborda diversos temas que ocupan el tiempo y el pensamiento de todo ser humano, como son la vida, el amor y la muerte. Está dividido en tres partes: El baúl de los suspiros breves, Microzoología y Uno, dos, tres, cuenta al revés. Desde un principio, el libro hace referencia al reino animal desde una perspectiva fabulada y humorística, así como en la última parte, a manera de un ejercicio lúdico, recrea varios cuentos clásicos re-contándolos al revés y con una fuerte dosis de irreverencia y erotismo.

El libro, compuesto por ciento cincuenta y cuatro microcuentos, tiene textos escritos de manera muy breve, con una gran economía de lenguaje; en algunos casos, solo con uno o dos párrafos, con dos o tres renglones, que constituye una de las principales características de este género literario cultivado con pasión por diversos autores desde tiempos inmemoriales.

Asimismo, como en toda creación anclada en el mundo real, se añaden a las historias elementos ficticios, ilusorios, con el fin de que el lector tenga la sensación de estar ubicado frente a personajes que recobran vida por medio de la palabra escrita y desfilan a lo largo de las páginas ilustradas por el reconocido artista plástico Jorge Codas.

El autor del libro, en una entrevista publicada hace años, dijo que entró en contacto con el artista paraguayo por medio de su esposa, la francesa Vanessa Tiogroset, quien editaba una revista digital de artes visuales. Ella editó en la revista una parte de Microzoología, con las fabulosas ilustraciones de Jorge Codas, quien, inspirado en los temas de los microcuentos, realizó un trabajo de gran calidad artística.

Víctor Montoya afirmó entonces: A mí me encantaron las ilustraciones hechas a todo color y con una fantasía de desbordante belleza. Así que, cuando iba a editarse el libro completo en Bolivia y en soporte papel, le pedí que ilustrara todo el libro. Él accedió amablemente a mi pedido y llenó las páginas con extraordinarias imágenes, que no solo sirven de apoyo a los textos, sino que son verdaderas obras de arte que despiertan la imaginación y el interés estético de los lectores.

Estas Microficciones, a fuerza de valorar lo efímero en el arte narrativo, nos ponen en marcha contra el reloj y apuestan por una literatura futurista, cuyas sorprendentes técnicas responden a las exigencias de un mundo moderno, donde el tiempo es plata y la prosa breve es oro. Las micronarraciones de este ameno libro, prolijamente ilustradas por un artista de talla internacional, son verdaderas piezas de orfebrería y se parecen a un felino veloz y cimbreante, constituido más por músculos que por grasa; una concepción que hace hincapié en el dominio de los complejos recursos inherentes a estas Microficciones, conforme el hilo argumental tenga coherencia, los protagonistas sean verosímiles y, como en todo cuento bien contado, tenga un principio que atrape el interés del lector y un desenlace que lo encandile antes de llegar al punto final.

Víctor Montoya es autor de una serie de obras que transitan por los territorios de la realidad y la ficción, sin más pretensión que estimular la fantasía y el gusto estético de los lectores interesados en desentrañar los meandros de una literatura que aborda temas de carácter universal, con un estilo personal y una técnica innovadora.

No hay comentarios :

Publicar un comentario