EL ZORRO
Penetró en el corral disfrazado de gallo y mató a las gallinas una a una; dejó un reguero de sangre y de plumas. Al ser descubierto por el granjero, se tiró al suelo y se hizo el muerto; pero el granjero, conocedor de la astucia del zorro, le apuntó con la escopeta y, pensando que era mejor un zorro muerto que un zorro en el gallinero, le descerrajó dos tiros y le quitó para siempre el disfraz de gallo.
Hola Victor! Ahhh! historias de gallineros.
ResponderEliminarCuando era niño, mientras mis gallinitas pasteaban en el campo aledaño, yo me apresuraba para ir a jugar dentro del gallinero. Me agradaba el picante olor a escremento. Allí construía lo que yo llamaba mi casucha y pasaba horas soñando.
La historia de tu zorro me llevó a recordar que una noche de lluvia un ladrón nos robó 24 gallinas y solo dejó una que estaba encubando.
Es cierto que un gallinero es un lugar bastante tragico y violento. Allí riñen los gallos, se atrapan gallinas para hacer empanadas de poyo, etc.
Yo asistí en mi gallinero al carneo de un cerdo.Cuanta violencia....!
Te escribo esto porque tu artículo me cayó como un manotazo lleno de recuerdos.
Hasta pronto amigo!